hay momentos en los que las paredes toman vida y se apoderan de la tuya, en el que aire por ser menos cálido no se hace más respirable y la presión en el pecho no te deja un segundo de libertad.
en ese momento aparece un amigo y todo vuelve a la calma.
un abrazo a los tres, que os hace falta.
p.s: odio el flamenco, pero con varias copas ya se sabe.
Hace 1 semana
2 comentarios:
Da gracias que tenías a u amigo, hay veces que no llegan a tiempo y las paredes de tu cuarto tman la ventaja y se te caen encima...
en realidad, esta vez me tocó ser el "amigo" mientras que la presión reposaba en el pecho de otros.
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